Ajustarse a las dimensiones de una oficina pequeña, sin renunciar a la funcionalidad y pudiendo aprovechar todo el espacio posible, es cuestión de saber escoger los muebles adecuados. Y para ello en este artículo te vamos a dar algunas claves con las que amueblar tu oficina por muy pequeña que sea.

Las sillas, mejor con ruedas

En una oficina pequeña prima la movilidad, por lo que no puedes usar otras sillas que no sean las que llevan ruedas. Además, al ser giratorias te permiten moverte alrededor de tu puesto sin tener que levantarte cuando sabes que lo que buscas está justo detrás de ti.

Invertir en sillas de oficina de calidad te permitirá disfrutar de ellas durante mucho tiempo, así que no escatimes. Ten en cuenta que la idea es pasar varias horas en ellas, así que cuanto más cómodas sean, mucho mejor.

Separa espacios con biombos

Si hay varios puestos en la misma oficina, y quieres que cada uno tenga su privacidad, en lugar de levantar paredes apuesta por poner biombos, mucho más versátiles y fáciles de mover. Así, podrás cambiar la distribución de tu oficina pequeña sin tener que hacer obras. Solo necesitas pasar el biombo de un lado a otro, o retirarlo y pegarlo a la pared para ampliar el espacio cuando sea necesario.

No renuncies a la decoración, pero que sea funcional

El hecho de tener una oficina pequeña no significa que tengas que sacrificar algún detalle decorativo. Puedes decorar tu oficina, siempre que te asegures de que los elementos cumplen una función.

Por ejemplo, puedes elegir estanterías y espacios de almacenaje de diseño, que además de cumplir con su cometido contribuyen a que el espacio sea más acogedor.

Eso sí, no recargues demasiado la estancia, ni acumules cosas innecesarias. Si de por sí el minimalismo está de moda cuando hablamos de decoración, en una oficina pequeña es aún más importante seguir sus pautas.

También puedes colocar vinilos decorativos en las paredes, que no ocupan espacio y ayudan a crear ambiente. Tienes miles de opciones para elegir.

Apuesta por los muebles plegables

Hay una gran cantidad de mesas plegables que puedes tener guardadas cuando no sean necesarias, dejando espacio libre en tu oficina. Con ellas puedes transformar la sala en un centro de reuniones y devolverlo todo a su uso tradicional en cuestión de minutos.

Busca la máxima flexibilidad en tu oficina pequeña

Cuantos menos elementos haya en medio de la oficina, mucho mejor para poder distribuirlo todo de forma rápida. Por eso, trata de poner la mesa de trabajo frente a una pared, y así tendrás un espacio central más abierto. Si a eso le unes los biombos, podrás separar a los lados o por detrás sin demasiadas complicaciones si hay que poner varios puestos en el mismo espacio.

Las formas, mejor rectas

En una oficina pequeña lo mejor es aportas por líneas sencillas y funcionales, diseños rectos que permitan aprovechar las esquinas y no generen la sensación de robar espacio.

Procura aprovechar también la altura, tanto debajo de las mesas como por encima, para tener ordenadas todas las cosas.

En una oficina pequeña, el orden es fundamental.