Cómo equipar un cubículo de trabajo

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¿Cómo equipar un cubículo de trabajo?

En los años 60 del siglo pasado, se empezó a proporcionar una mayor privacidad a los empleados con el uso del cubículo de trabajo, pensado para separar los puestos y facilitar la concentración en cada tarea. Aunque lo cierto es que los modelos actuales distan bastante de los primeros diseños, por no hablar de que en muchas empresas se apuesta por un concepto abierto, donde lo único que es de cada uno es la silla de oficina en la que se sienta.

No obstante, en algunos casos se sigue utilizando el cubículo por la sensación de privacidad que aporta, y más allá del montaje de los paneles, merece la pena echar un vistazo al equipamiento que hace falta. Hablaremos primero de lo esencial, y después de algunos detalles complementarios.

Lo fundamental para equipar un cubículo de trabajo

Hay una serie de elementos básicos con los que equipar un puesto de trabajo. En realidad, distan poco de otras instalaciones de oficina, ya que al fin y al cabo las tareas son las mismas tanto si los puestos están separados como si el concepto de oficina abierta es el que se impone.

La mesa es el elemento principal, junto con una silla apropiada. Es importante que tenga la altura adecuada para trabajar con comodidad, y el tablero permita colocar todo lo necesario para desarrollar las tareas sin agobios.

Otro elemento esencial es una cajonera, donde tener a mano documentación, artículos de papelería, etc. El mejor lugar donde colocarlo es bajo la mesa, para que no ocupe más espacio del necesario. Algunos modelos de mesas de oficina cuentan con un cajonero integrado, por lo que pueden ser una buena idea.

Complementos opcionales

Aparte de los elementos básicos, en el cubículo de trabajo se pueden colocar una serie de complementos, dependiendo del tipo de tarea que se realice o del grado de personalización que se desea tener.

Por ejemplo, frente al puesto de trabajo, o en un lateral, se puede colocar un tablero de corcho. En él se pueden poner algunas fotografías personales para darle un toque acogedor. También es útil para colocar planes y documentos, hojas de calendario o avisos, y tenerlos a la vista para que no se olviden.

Si el espacio lo permite y es necesario, puede ponerse una cajonera adicional, de mayor tamaño que la que se coloca bajo la mesa. Un archivador puede ser imprescindible para tener a mano toda la documentación que se requiere al ejecutar una tarea.

Aparte del mobiliario, no está de más tener una planta natural, que le dé un toque de alegría al puesto. El tamaño y la especie dependerán de factores como la cantidad de luz que recibe o si se va a colocar encima de la mesa en lugar de en el suelo.

¿Sigue siendo práctico un cubículo de trabajo?

Tal vez parezca que el cubículo de trabajo es algo del pasado. Muchas empresas tienen un concepto mucho más abierto de los puestos, porque favorece la interacción y aumenta la productividad.

Sin embargo, en determinados casos puede ser necesario mantener un grado de concentración y privacidad que una oficina abierta no permite. Y es ahí donde un cubículo es la opción adecuada.

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